Consultando el diccionario めくるめくって西和辞典

Reescrito en español el 9 de noviembre de 2012.


Me enfrento al diccionario con unos lemas ''antipereza'' y la famosa frase clásica griega ''sé que no sé nada''. Uso un diccionario español-japonés desde el 6 de agosto de 1991. La contraportada tiene el mapa de España con las Islas Canarias abajo a la izquieda. Durante casi dos décadas de uso, arreglé varias veces con una lámina de plástico adjesiva transparente el desprendimiento de la contraportada y el cuerpo del diccionaio.

Las palabras que entiendo en español más o menos no las consulto en el diccionario, pero si me pregunto cómo diría algo en japonés y en caso de que no me salga en japonés, lo consulto en el diccionario español-japonés.

Desde hace bastante años, cada vez que volvía a Japón, miraba si comprar uno de los otros diccionarios de papel de español-japonés o el diccionario digital. Una compañera japonesa tenía uno. Oí que los estudiantes universitarios ya no usan mucho el diccionario convencional, ya que es 1 x 5 + alfa : tiene un cuerpo y contiene 5 dicccionarios y el traductor de cinco idiomas.

Sin embargo, en el momento de la decisión siempre me daba pena mandar a la esquina de la estantería mi diccionario, que tiene mis huellas de cada época con los signos de bolis y rotuladores, lápices de distintos colores, y como consecuencia ya no voy a comprar un diccionario nuevo.

Esto es una parte estética, pero si habla desde el punto de vista práctica, las palabras que no están subrayadas o las marcas como ☆・×・△・※・-・*・+son la mayoría del diccionario. El diccionario tiene unas 70.000 palabras. El destino del diccionario será que nunca se consultarán todas.

En el mismo año traje un diccionario inglés-japonés, del que mismo grosor que el de español-japonés.  El diccionario inglés-japonés tiene unas 260.000 entradas. No está estropeado ni sucio, porque solo consulto las de historia y cultura en general, y consulto cómo se llaman en japonés los pronombres personales y nombres propios de lugares.  Cada vez que miro el diccionario confirmo no tener necesidad alguna del uso del inglés si estoy donde estoy. (En Japón tampoco, solo lo necesitaba cuando viajaba al extranjero. Y cuando me preguntaron en inglés dónde estaba Media market y el andén para ir a Shibuya en la estación de Shinjuku.)

El uso del diccionario japonés-japonés es más frecuente en España que cuando vivía en Japón. Lo uso cuando me salen algunas palabras japonesas y si me entra duda de su uso consulto en el diccionario. El japonés es una lengua que combina de memoria auditiva y visual.

Un estudiante de japonés puede contar unos 250 letras kanji que ya ha aprendido, pero no se puede contar cuántas palabras ha armacenado en su cabeza.


Con el uso contiunado del ordenador es fácil olvidarse de cómo escribir los kanjis.

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